lunes, 25 de abril de 2011

Thor, señor de las tormentas


Se le describe como el dios de la barba y pelo rojos, hijo de Odín y Jörd, también llamada Fyorgyn (personificación de Erda, la diosa madre Tierra) y hermano de Balder (el dios de la luz, la belleza y la inocencia) y Hodur (dios de la oscuridad y el pecado). Se le considera el dios de la guerra, la lluvia y el trueno, el dios más popular de la mitología nórdica además de ser el más fuerte de entre sus semejantes. Su esposa es Sif (diosa que simbolizaba la fidelidad), con quien tuvo una hija llamada Þrúðr, la cual es una valquiria cuyo nombre significa "fuerza" o "poder". Con la giganta Járnsaxa (que significa piedra de hierro) tuvo otro hijo llamado Magni, que significa "fuerte". También es padre de Móði, cuyo nombre significa "ira", pero no hay información en los mitos sobre quién es su madre. Los nombres de sus hijos parecen ser personificaciones de todas las cualidades que caracterizaban a Thor.

Sif, esposa de Thor.
Además también se le conoce un hijastro llamado Ullr también hijo de Sif y del cual se desconoce el padre biológico pasando a ser así Thor su padrastro. En el prólogo de la Edda prosaica se indica que tiene otro hijo con Sif llamado Lóriði, y se mencionan unas diecisiete generaciones de descendientes; pero este prólogo es apócrifo y tenía la intención de dar una posible explicación sobre como los Æsir, es decir, los dioses del panteón de la mitología nórdica, llegaron a ser adorados desde una óptica cristiana por lo que no es muy fiable.

Se cree que esta importante divinidad desciende de  uno de los dioses paganos anteriores a la llegada de las primeras tribus germánicas, procedente de pueblos indoeuropeos. Se dice que el origen primigenio de este dios surgió de la necesidad que tenían en la antigüedad los hombres para personificar a los truenos, un fenómeno natural que causaba verdadero terror y que por la fuerza de sus sonidos acabaron representando como tales a demonios gigantescos, productores de tal fenómeno. Es fácil deducir que con el paso del tiempo, el demonio pasó a ser dios y fue cobrando más y más protagonismo. 

El nombre del dios es Þórr en nórdico antiguo, Þunor en anglosajón, Thunaer en sajón antiguo, Donar en holandés y alemán antiguo y þunraR en protonórdico. Sus otros nombres son Tiwur, Donner, Vingthor y Hlorridi, según la zona donde se halle.

Thor como Donner.
Su nombre actual Thor que significa “trueno”, dio origen al nombre de Thursday (Thor´s Day), es decir, el nombre de jueves en inglés ya que los germanos consagraron a Thor este día de la semana (denominado Donerstag, el día de Donner) ya que Thor o Donner era frecuentemente invocado en la mayoría de los juramentos convirtiéndose de este modo en el dios de los justos  y siendo el jueves considerado en la antigua Germania como el día especialmente propicio para las asambleas públicas y las bodas. No es casualidad entonces que el martillo de Thor como símbolo se utilizase para bendecir los matrimonios y consagrar cualquier acto solemne. De hecho a las novias se las vestía de rojo, el color preferido de Thor, y por la misma causa los anillos de compromiso portaban como tradición una o más piedras rojas.   

Según el historiador romano Cornelio Tácito podríamos decir que Thor era el equivalente al Hércules griego y por tanto tiene sus mismas cualidades. Si nos fijamos Hércules tenía como principal arma un garrote mientras que Thor poseía un martillo además de ser ambos muy dados a la glotonería y obtener ambos similares características, a excepción de la asociación de Thor con los truenos.

Comparación entre Thor y Hercules con moneda batavia.
 Esta hipótesis es amparada también por los restos arqueológicos que se encontraron como brazaletes, monedas y piedras en la antigua Germania ofrendadas a Donar pero con la inscripción latina de Hercules Magusanus, el dios principal de los batavios (un pueblo germánico que vivía en el delta del río Rin y que posteriormente fueron colonizados por los romanos) con lo que las equivalencias son claras. Posteriormente los romanos acabarían asimilando Thor a su dios Júpiter o Zeus, dios también del trueno, acabando de esta forma con cualquier culto pagano superviviente.

Existen similitudes en cuanto a la  frecuente devoción de árboles consagrados al dios del trueno en varias culturas, algo que resulta curioso. Los germanos veneraban bosques sagrados siendo el árbol del dios del trueno el roble, árbol consagrado posteriormente a Zeus por su asimilación a Thor. Los celtas consagraron el roble a su dios Taranis; (otras veces a Sucellos o Cernunos), dios del trueno; entre los eslavos el roble era el árbol sagrado de su dios del trueno Perun o Perkunas, en cuyo honor ardía un fuego realizado con madera de roble el cual de extinguirse, los encargados de mantenerlo vivo pagaban tal afronta con sus vidas…. y así podríamos seguir infinitamente. ¿Por qué está relación del roble con el trueno? Se dice que es a causa de que, en la antigüedad, los robles se situaban en lugares de frecuentes tormentas utilizando los sacerdotes así sus ramas para invocar la lluvia.

El dios eslavo Perun vinculado al roble.

Thor, según los mitos nórdicos en los que aparece,  es honesto, afable, sencillo y justo pero impulsivo y con un temperamento furioso si se le enfada de verdad. De hecho tenía la fama de no poner nunca la otra mejilla y matar a su ofensor con un rayo en el acto destacando así su carácter guerrero, un guerrero  protector de los inocentes y de la justicia, protector también de Asgard, el mundo divino donde vive junto con los demás dioses para hacer frente a las fuerzas del mal representadas por los gigantes. Su reino se denominaba Trudvangar, Thrudheim o Trudgang y su palacio Bilskirnir, (que significa relampagueante) el edificio más grande de Asgard con 540 habitaciones, es donde vive con su esposa e hijos. 
 Según varias fuentes Thor recibiría allí a los campesinos y esclavos muertos donde serían atendidos de igual forma que sus señores o dueños sin distinción entre ricos y pobres.

 Resulta irónico pero Thor era el único dios al que no se le permitía cruzar el puente Bifrost (el puente que separaba Midgard (la tierra de los hombres) con Asgard(la tierra donde viven los dioses) que llegaba hasta el manantial Urdar, bajo la sombra del árbol sagrado Yggdrasil, el árbol nórdico de la vida, debido al temor de que sus pesados pasos o sus truenos destruyeran el puente. De esta forma cuando Thor tenía que asistir a la asamblea de dioses que se celebraba al otro lado del puente bajo Yggdrasil se veía obligado a dar un extenso rodeo llegando en ocasiones tarde. 

Aunque se recalca su poca inteligencia muchas leyendas demuestran su sabiduría como el caso del poema éddico Alvíssmál donde Thor engaña al sabio enano Alvíss, pretendiente de su hija, con una competencia de adivinanzas que Thor se encarga de extender hasta la mañana para que los primeros rayos del sol conviertan en piedra al enano. En la saga de Gautrek se relata que Thor desafía a Odín sobre el destino del nieto de gigantes, Starkad, con una serie de maldiciones que contrarrestan muchas de las bendiciones que le otorga Odín.


Se le llamaba también Okuthor (Thor del carro) por el carro que poseía que era tirado por dos chivos llamados Tanngnjóst (Diente Crujidor) y Tanngrisnir (Diente Pulverizador) y con el que surcaba los cielos haciendo tronar los relámpagos a su paso. De esta forma, al controlar el clima también controlaba las cosechas por lo que fue muy venerado por los agricultores y los campesinos. Una característica peculiar de estos animales, los chivos, es que el dios podía sacrificarlos y cocinarlos como alimentos, y después revivirlos, tan solo colocando su martillo sobre sus huesos, siempre y cuando todos sus huesos estuvieran ilesos.

 

Con este martillo Mjolnir (que significa “el destructor”) fabricado por los enanos de las cuevas subterráneas: Sindri y Brokk, es el instrumento con el que producía los truenos al golpearlo con un yunque o cada vez que lo lanzaba, volviendo luego a su mano como un boomerang. De esta forma podemos decir que el martillo tiene dos poderes: el de crear (la resurrección de los chivos) y el de destruir (provocar truenos y destruir gigantes). Otra de sus posesiones era un cinturón mágico, Megingiord, que doblaba su fuerza además de unos guantes de hierro (Járngreipr) con los que sujetaba su famosa arma, el martillo. Todas estas posesiones (el cinturón, los guantes y un bastón denominado vara de Gríðr) le fueron dadas por la giganta Gríðr al hospedarse en su casa, de camino a su enfrentamiento con el gigante Geirröd

De esta forma podemos afirmar que la misión de Thor era el de mantener a salvo y en orden el mundo de los dioses y de los humanos, combatiendo a los gigantes, sus máximos enemigos por antonomasia y a la gran serpiente Jormungander, hija de Loki y la giganta Angrboda y cuyo despertar se vaticina en la batalla del Ragnarok (la batalla final del universo, el apocalipsis en la mitología nórdica, un destino que está escrito y del que ni siquiera los dioses pueden escapar y en el que dioses y gigantes acaban aniquilados dando origen a un mundo nuevo, el mundo de la humanidad). De hecho es en el Ragnarok cuando se produce la muerte del dios luchando contra la enorme serpiente a la que da muerte aplastando su cabeza con su martillo, muriendo luego de retroceder nueve pasos, sucumbiendo a causa del veneno inyectado en su cuerpo.

Es el dios patrón de la gente trabajadora y de los guerreros y fue muy apreciado por pescadores y granjeros en general, que utilizaban con frecuencia amuletos con la figura del martillo de Thor a modo de protección y que se hicieron populares en la cristianización como desafío ante los colonizadores. 
Era frecuente convocar a este Dios para pedir cualquier tipo de consejo o auxilio en cualquier tipo de empresa y se hacía a este dios en particular y no a Odín u otros dioses por considerarse dioses más sanguinarios y complejos cuya reacción podía ser impredecible mientras la de Thor se consideraba pacífica y protectora siempre que el fin fuese justo. También influyó que el culto a  Thor no requiriese sacrificios humanos mientras por ejemplo el culto a Odín sí lo exigía.   

Loki, el dios del engaño.
El culto a Thor fue muy extendido y conocido en Noruega, principal causa por la que este dios tiene tantas poesías y aventuras en la mitología nórdica, principalmente de sus batallas con los gigantes. De hecho en la mayoría de estas historias interviene el astuto y caótico Loki (el dios maestro del engaño, el dios de los embustes) cuyas travesuras ocasionan todos los problemas y situaciones con los que el dios tiene que lidiar y cuya enemistad está latente dado el antagonismo de ambos dioses (Justicia-Thor contra Engaño-Loki). También era frecuentemente invocado para consagrar las runas e incluso se han encontrado inscripciones rúnicas en las que Thor es invocado para proteger con su martillo el bien frente a todo tipo de maldad. 

Thor era un dios con un culto sencillo y muy arraigado, con mitos heroicos y populares y con una mitología muy rica en matices. Una inscripción de un misionero cristiano del siglo XI describiendo el culto a Thor en la ciudad escandinava de Uppsala donde se erigía un gran templo en honor a Thor entre otros dioses, realiza una descripción muy exacta de la esencia de este antiguo dios: 

“Thor preside el aire, gobierna sobre el trueno y los relámpagos, los vientos y las lluvias, el tiempo justo y los cultivos.”



Artículo dedicado a Antonio, mi descarriado corazón.
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